En mis visitas a mingitorios públicos alguna vez he visto, (y leido), graciosos poemas escritos en las paredes por espontáneos poetas. Siempre he pensado que alguien debía hacer llegar al público fino y pijo, como vosotros, esta faceta de la cultura popular que, de no ser por mí, corre el riesgo de perderse para siempre, ¡Alá, el Todopoderoso, no lo permita¡, como diría Antonio G1.
A partir de aquí nadie escrupuloso siga leyendo. Advierto que estos versos pueden herir la sensibilidad del lector, más incluso que ver » El Gato al Agua».
Un placer sin disimulo/es cagar bien distraido/con el diario extendido/ y un buen cerullo en el culo./Mientras calientas la tapa,/ un cigarrillo encendido,/ buena música al oido/ y notar salir la caca.
En este mundo traidor/nadie sin cagar se escapa:/caga el pobre, caga el rico,/ caga el obispo y el papa/
El perro lo ve y lo huele,/ el gato llega y lo tapa;/nadie queda indiferente/ ante una humeante caca.
Cagad a gusto,/ cagad contentos,/ pero, cabrones,/ cagaros dentro.
Aquí he venido a cagar/y cagué una buena mierda./esto sí que fué cagar,/no esos cagones de mierda/que se ponen a cagar/y no cagan una mierda.
Aquí, sentado en cuclillas/en este asqueroso hoyo,/me cago en el mal nacido/que se ha terminado el rollo.
Los que aquí escriben sus versos/son poetas de ocasión,/que buscan entre la mierda/su fuente de inspiración.
Vosotros que sois sagaces/y que de todo os reís,/ decidme si sois capaces/de cagar y no hacer pís.
En este lugar sagrado/donde acude tanta gente/hace fuerza el más cobarde/y se caga el más valiente.
El cagón que aquí se sienta/y escribir versos acuerda/ no puede negarme a mí/ que es un poeta de mierda.
Y cuando tenga tiempo los traduciré al latín.
Esta marranada la ha escrito
Jotaerre