Archive for octubre, 2009

no doy crédito.

´No me lo puedo creer,como bien anuncio en el título. ¿ Seré yo la única que se sabe entera la canción del cura y encima sin la más mínima duda de que es tal y como yo la sé?. Claro que uno de los más entañables recuerdos de mi infancia está a punto de desvanecerse si en realidad las personas que me la enseñaron la han olvidado? O no, que lo que en mi memoria se grabó a fuego como una seña de familia está ahora en vías de convertirse realmente en lo que para mí siempre ha sido: una seña de familia. Así que con esa intención, aunque me dé una pereza insufrible, os la voy a escribir. Allá va:

Ya no va el cura a la iglesia,

la dama dice ¿porqueé?,

porque no tiene zapatos,

zapatos yo le dareé.

Los zapatos gurripatos con hebilla y tacón alto. (silencio)Ora pro nobis.

 (co mucha alegría) Allá en Villalón, por no trabajar, no muelen el trigo ni amasan el pan.

No se irá la paloma, no (contundente). No se irá que la tengo yo ( contundente).

Esta es la canción y se alarga añadiendo prendas de vestir a los zapatos y su respectiva rima. José Luis iba muy bien, pero no entiendo de qué dudáis. El único cambio que a veces oí fue cambiar tengo por traigo, como pone Antonio G1. Las prendas y rimas tampoco son dudosas. Me sorprende eso de que a veces se añade con su fleco. El chaleco que le dió la dama al cura era con fleco. Y evidentemente gurripatos es un adjetivo que se usa para ridiculizar pero con cariño y respeto.Por el cura que va a la iglesia ( el de la canción claro) los garcía siempre tenemos cariño, respeto, e incluso algo de admiración. Y la canción continua añadiendo, antes siempre que los zapatos:

los calzones sin botones- la camisa larga y lisa- el chaleco con su fleco- la chaqueta que le aprieta.

 

Así es en la segunda ronda:

Ya no va el cura a la iglesia,

la dama dice ¿porqué?,

porque no tiene calzones,

calzones yo le daré.

Los calzones sin botones,

los zapatos gurripatos con hebilla y tacón alto. (silencio)Ora pro nobis.

 (co mucha alegría) Allá en Villalón, por no trabajar, no muelen el trigo ni amasan el pan.

No se irá la paloma, no (contundente). No se irá que la tengo yo ( contundente).

 

 

Para quedar en la última ronda en:

Ya no va el cura a la igelsia,

la dama dice ¿porqué?

porque no tiene chaqueta,

chaqueta  yo le daré.

La chaqueta que le aprieta, el chaleco con su fleco, la camisa larga y lisa, los calzones sin botones,

los zapatos gurripatos con hebilla y tacón alto. (silencio)Ora pro nobis.

 (co mucha alegría) Allá en Villalón, por no trabajar, no muelen el trigo ni amasan el pan.

No se irá la paloma, no (contundente). No se irá que la tengo yo ( contundente).

Acepto contradicciones pero serán equivocadas. Y lo mejor de todo, si dejamos de lado la satisfacción de cantar una canción que nos pertenece, es cantar toda la retaíla de prendas sin tomar aire.

Ahí os dejo uno de los recuerdos más entrañables de mis navidades en Granada.

Ro G2

 

 

 

 

 

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Ya no va el cura a la iglesia

Bueno, pues, ya tenemos dos hilos para intervenir.
En este pondré los versos de los que me acuerdo y queda abierto para que vaya completandolos quien quiera y pueda.

Ya no va el cura a la iglesia,
la dama dice porqueé,
porque no tiene zapatos;
zapatos yo le dareé.
Los zapatos gurripatos
con hebilla y tacón alto.
Ora pro nobis.
Allá en Villalón, por no trabajar,
ni muelen el trigo, ni amasan el pan.
No se irá la palooma no.
No se irá que la traaigo yo.

Ya no va el cura….
porque no tiene chaqueta;
chaqueta yo le daré.
La chaqueta que le aprieta,
los zapatos, gurripatos,
con hebilla y tacón alto.
Ora pro nobis.
( Al estribillo):Allá en Villalón….

Ya no va el cura….
Porque no tiene camisa….
La camisa larga y lisa, la chaqueta…
(al estribillo)

Ya no va….
Porque no tiene calzones…
Los calzones sin botones….
(al estribillo).

Hasta aquí los cuatro párrrafos de los que me acuerdo.
A ver si, entre esto y el cuento, se arrima por aquí más personal.
Un beso, Josefina.

Antonio G1

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El cuento sin fin (espero)

Ya os dije en Castelldefels lo de escribir un cuento entre todos.  La cosa va de escribir cada uno un trozo. Y propongo unas normas para ordenar, dentro de lo que cabe, un puro desorden.

Norma 1.- No habrá orden de intervención. Que el que quiera escriba lo que quiera cuando quiera. Pero se recomienda que nadie intervenga hasta que: a) hayan intervenido como mínimo 3 personas desde su última intervención.  O, b) la cosa lleve ya muerta un tiempo largo, verbigracia: dos semanas.

Norma 2.- No hay tema ni argumento, pero sí debe haber una cierta continuación con lo anterior.

Norma 3.- Cada escrito no debe pasar de 15 líneas, (contando las en blanco)

Norma 4.- Debe escribirse dentro de la misma entrada, a continuación y sin tocar nada de lo anterior.

Norma 5.- Debe firmarse y datarse cada intervención al final de lo escrito.

Norma 6.- El cuento se desarrollará en esta misma entrada, para que las normas estén siempre a la vista.

Capítulo 1.- Empieza el cuento.

La noche era fría y negra. Fría como la mirada del lobo escudriñando sobre la nieve; negra como el vacío de sus fauces abiertas ansiando la cálida carne  sangrante de una presa.

Pero eso no le importaba a Valdimiro, el enterrador. Esa tarde había dado tierra a la viuda Venancia, con su vestido negro de gala y adornada con todas sus joyas.

Apartó la capa de nieve alrededor del mármol recién clavado que decía: «Vuelvo contigo, Federico,»  y clavó con saña  su pala cargada con toda su avaricia.

Pero Valdimiro no estaba solo en aquel fúnebre lugar.

Jotaerre. 06/10/09

Apenas cinco calles de losas más a la izquierda,  cobijado por la penumbra de los cipreses,  lloraba su pena Don Fulgencio.

El pobre hombre mira sin ver,  con esos ojos llenos de húmedas telarañas,  las blancas piedrecitas del camino que conducía al panteón familiar.

¿Y cómo superar esa congoja?  esa insoportable pesadez de la tierra a sus pies,  esa falta absoluta de luz en su alma. ¡ Si tan sólo pudiera sentir otra vez deslizarse entre sus dedos, los ensortijados mechones de su amada niña!

María del Mar. 13/10/09

Un sonido monótono, que no alcanzaba a identificar, fue poco a poco penetrando en su imaginación y borrando su aturdimiento con una esperanza casi imposible. En aquel lazareto de los muertos, algo estaba vivo y quería manifestarse. La credulidad que otorgamos a nuestros deseos le impulsó a levantarse y acercarse al lugar del que parecían venir los ruidos. Quizá, como ya había imaginado, todo lo que parecía haber ocurrrido en las últimas horas no era más que una pesadilla, que ahora alzaba su velo y dejaba ver un rostro consolador. Quizá lo que creemos la muerte no es más que un viaje y tras él puede aún comunicarse el viajero con aquel que lo ha visto partir.

Los ruidos habían cesado ya apenas Don Fulgencio había alcanzado a levantarse, pero la esperanza le sostuvo en pie y le empujó a avanzar una calle tras otra, alumbradas apenas por la blancura del suelo en el que sus pisadas iban dejando la huella de su ilusión. Avanzaba hacia el lugar del que creía que había salido el sonido ya extinto, conducido por una impalpable pero segura vibración del aire.  Al llegar, supo que aquel era efectivamente el sitio, aunque tardó bastante tiempo en poder entender la escena atroz que se presentaba ante él.

José Luis 20/10/09

Una lápida levantada, un cúmulo de nieve apilado a los pies de una tumba reciente y un rayo de luna que entraba hasta el fondo del foso. Vacío. Y aquel cuerpo inerme.

Y rompiendo la maraña de estupor y espanto que turbaba su razón,  al cerebro de D. Fulgencio llegó la luz del conocimiento:  aquel cadáver era Valdimiro,  el enterrador.  Y en ese tumba vacía habían enterrado esa misma mañana a  Baldomera Cascoduro,  viuda de Federico Buscavinos.

Pero lo atroz de la escena no acababa ahí. Valdimiro miraba al cielo con lo que al principo le parecieron dos ojos abiertos por el espanto.  Dos ojos tan abiertos que parecian haber visto todo el horror del mundo en toda su historia, en un sólo segundo. Un horror tan grande que podía haber causado la muerte por sí solo.  Pero no.  Aquellos ojos no estaban.  Sólo eran las cuencas vacías donde debían haber estado los ojos de Valdimiro.

Jotaerre, 06/11/09

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Pinturas

Hace poco que el ABC digital ha dado acceso a su hemeroteca, de manera que ahora se puede consultar cualquier ejemplar del periódico desde su fundación. De vez en cuando miro algún número antiguo y hace unos días recordé algo y me propuse localizarlo. Lo que recordé era que hace algunos años (debía de ser, me parece, por 1958 o 1959) había una página del periódico en la que publicaban una especie de chistes, unos dibujos con texto que servían de anuncio a ciertos productos. Los lectores podían mandar sus dibujos y, según decían, les pagaban una cantidad (luego he visto que eran 25 pesetas) si se los publicaban.

Efectivamente, buscando en números de aquellos años, he comprobado que casi todos los jueves, desde 1957 hasta 1959 por lo menos, se publicaba una página con anuncios de Ozonopino Ruy-Ram, peines Vulk-Goma, zapatos Sietevidas de La Corona o relojes de la Antigua Relojería; y que en esa página había una sección (llamada «En serio y en broma») en la que aparecían los chistes. Todo como yo lo recuerdo.

Sin embargo, algo no me encaja del todo. Recuerdo a mis dos hermanos hablando de enviar un dibujo para ver si se lo publicaban en esa página. No sé si llegaron a enviarlo o no, pero ya tenían decidido el texto que iban a poner. Si yo no recuerdo mal (que seguramente sí que recuerdo mal) era algo así como:

-Un tipo, dirigiéndose (cantando) a alguien que está pintando una pared: Pintor, que pintas con amor …

-El susodicho pintor: Pinto con Sherwin-Williams, que es lo que va mejor.

(No garantizo que fuera exactamente así. Si no he reproducido fielmente la versión original, creo que queda claro que no la he mejorado).

Lo que me llama la atención es que he buscado en diferentes épocas esa sección del periódico y no he visto que Sherwin-Williams (una pintura que realmente existía por aquel entonces) se anunciara en esa página. Como he dicho antes, salen los peines Vulk-Goma, el Ozonopino o las gabardinas Hispania, pero no Sherwin-Williams. ¿Qué es lo que pasa? ¿Estoy mezclando recuerdos que corresponden a episodios diferentes? ¿Mandásteis el dibujo? ¿Os pagaron? ¿Era para otra cosa? ¿Quizá no he mirado bien y sí que había anuncios de Sherwin-Williams? Cualquier aclaración se agradecerá.

 

Recuerdos a todos.

José Luis.

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