Hoy, día 26 de Noviembre, nos hemos acordado en Granada del cumpleaños de María Jesús. ¡¡¡¡Felicidades!!!!
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Cuento 2.0
Me voy a estrenar en esto de los cuentos con uno que a mí me contaron.
Un joven estaba sentado junto a un hombre de aspecto descuidado en la sala de espera de un aeropuerto, haciendo tiempo para coger un vuelo que se retrasaba.
El joven aporreaba el teclado de su flamante netbook, enfrascado en poner al día su feisbuk, su tuenti y su blog. Levantó la vista y echó una mirada despectiva al hombre. «Paleto» – pensó y, con un sentimiento de altiva superioridad, decidió aprovecharse de él.
Preguntó al hombre si le gustaría jugar a un divertido juego.
El hombre, cansado, sólo quería dormir una siesta y, muy diplomáticamente, rehusó y trató de darle la espalda.
El joven insistió: «El juego es muy divertido. Yo te hago una pregunta
y, si no sabes la respuesta, me pagas 5€. Luego, me haces tú una
pregunta y, si no sé la respuesta, yo te pagaré 500€»
El hombre, para hacer callar al joven que se ponía tan pesado, aceptó con desgana participar en el juego.
El joven hizo la primera pregunta: «¿Cuál es la distancia desde la Tierra hasta la Luna ?». El hombre no dijo nada, sacó de su bolsillo un billete de 5€ y se lo entregó al joven.
Ahora era el turno del hombre y preguntó al joven: «¿Qué sube una montaña con tres pies y la baja con cuatro?» – y se echó a dormir.
El joven abrió su netbook y buscó todas las referencias. Entró a la
red usando su conexión 3G y accedió a todas las enciclopedias mundiales, indagó en Wikipedia, mandó e-mails a todos los amigos listos que conocía (pocos, ya que se educó en la LOGSE) sin resultados.
Después de una hora de estar buscando se dio por vencido. Despertó al hombre y le tendió los 500€. El hombre se los metió en el bolsillo, se dio la vuelta y se echó de nuevo a dormir.
El joven, cabreado como una mona por no haber encontrado la respuesta, despertó al hombre y le espetó: «Bueno, ¿me vas a decir qué narices es lo que sube una montaña con tres pies y la baja con cuatro?»
El hombre, somnoliento, sacó 5€ de su bolsillo, se los dio al joven y se volvió a dormir.
Eduardo
(«subido» por jotaerre que lo he encontrado inédito en un borrador, por si Eduardo no sabía publicarlo). Y si sí sabía pero no quería, ya está hecho.
Sagrada Hermandad García-Hernández 