Con gran sorpresa me encuentro un comentario de Antonio en un tono jocoso que me ha molestado. Yo, que nunca me atrevería a usar este blog con ese «spiritus jocandi», estoy cabreado. No hay derecho. ¿Hay algún antecedente en este blog con ese estilo?. ¿Alguien ha podido ver el menor atisbo de cachondeo en mis escritos?. ¿Que sí?. Pues lo habeis leido mal. Yo siempre escribo en serio. Como ahora. Quizá tenga que pasarme unos dias en las Azores para venir con ese sentido del humor.
Antonio se ha mofado de unos problemas seriamente expuestos y su comentario se ha pasado de la raya.
¿A qué viene eso de que Zacarias era escocés? ¿Dónde lo dice? y no hablemos ya del azufaifo-azafaifo-azafeifo y la madre que lo parío, (al arbolito, no a Antonio, que fue la misma que a mí). ¿Y lo de las 6 filas de 4 y sobran 12?. Eso es reirse de un problema serio. Nada, hombre, ni vale lo de acertar «por aproximación» ni esa tontuna de «lo comío por lo servío».
Pero el paradigma de la estulticia es eso del «cherchélafam». ¿Dónde sale esa mujer que hay que buscar? Si lo que hay que buscar es la solución a los problemas. Para buscar mujeres estoy yo ahora, a mis sesenta y cuatro años. Más seriedad, hermano, más seriedad.
Menos mal que el colofón está casi bien: ¡Que dimita Zapatero¡. Eso vale. Aunque en eso del lio de faldas no estoy de acuerdo. Debía ser lio de calzoncillos, que sería más probable.
Esto lo ha escrito, completamente en serio, aunque un poco bebido, como puede apreciarse
Jotaerre.